Día Mundial de la Audición / En el marco del Día Internacional de la audición celebrado cada 3 de marzo, el consultorio de Otorrinolaringología del Hospital de la Madre y el Niño realizó una serie de recomendaciones a tener en cuenta tanto para niños, jóvenes y adultos. Ciertos habitos nocivos pueden ocasionar traumas acústicos, perforación de tímpanos, e hipoacusia.
Los especialistas Carlos Romero, Nicolás Godoy y Gloria Adi, explicaron que junto al consultorio de Fonoaudiología, ambos consultorios del Hospital de la Madre y el Niño cumplen con el protocolo para el screenig auditivo neonatal para la detección precoz de la hipoacusia en recién nacidos.
En el marco del Día de la Audición brindaron una serie de recomendaciones para el cuidado de la misma las cuales consisten en:
• No usar auriculares, o usar en el menor tiempo posible y a bajo volumen
• Evitar los hisopos en niños
• Alejar de los niños objetos pequeños que puedan introducirse en el oído
• Mantener las piletas limpias para evitar infecciones
• Utilizar orejuelas para trabajar en fábricas o taller con fuertes ruidos
• Evitar el uso de escapes que producen altos decibeles
El Dr Carlos Romero, otorrinolaringólogo, explicó a diario podemos estar expuestos a altos decibeles de volumen ya sea en el trabajo, en la casa o al aire libre. No obstante uno de los traumas acústicos más frecuentes en los niños y adolescentes que llegan a la consulta en el Hospital de la Madre y el Niño, tiene que ver con el uso de auriculares.
“La forma de nuestro oído, justamente es para protegernos de los sonidos que vienen desde el exterior; el problema en el uso del auricular es que el niño al colocárselo, y más a alto volumen, no tiene ninguna protección y se produce un trauma acústico constante” dijo al respecto. Por eso recomendó a los padres evitar en lo posible su uso para evitar perdida de la sensibilidad auditiva.
Por último hizo hincapié en los objetos diminutos que suelen ser otro motivo de consultas reiteradas. Los objetos pequeños pueden producir lesiones auditivas, y los niños en etapa exploratoria están expuestos a lesiones en nariz, garganta y oído.